Los subsidios no alcanzan (y no alcanzarán).

La política habitacional subsidiaria busca canalizar en el mercado la necesidad de vivienda a través de una alianza público-privada donde se une el aporte directo del Estado y el ahorro de las familias (en ocasiones créditos hipotecarios) en busca de una oferta. Uno de los problemas intrínsecos de este mecanismo es que, a pesar del aporte del Estado, la demanda no alcanza a la oferta por su elevado precio de mercado. Evidencia de esto, es que las viviendas entregadas trimestralmente (2.018 viviendas), las únicas que finalmente concretan la compra, son bastante menos que las sin inicio (56.590 viviendas) y en proceso de ejecución (104.397 viviendas). También se ha visto una disminución de 11% en los subsidios de arriendos efectuados del 2020 al 2021.

En el contexto actual, se espera que siga creciendo la brecha entre subsidio entregado y efectuado. Esto se debe a que el aumento exorbitante de los precios (a causa de la inflación y brutal especulación inmobiliaria) ha provocado que las familias no tengan posibilidad de pagar, lo cual incluye costear vivienda sea arriendo, compra o construcción. Al mismo tiempo, el aumento del precio de los arriendos provoca que crezca esta brecha en los subsidios de arriendo y el riesgo de allegamiento para muchas familias.

Seguir buscando soluciones a través de un mercado cada vez más atravesado por la especulación inmobiliaria y la falta de políticas gubernamentales adecuadas, implica continuar con el aumento histórico de la brecha. Frente a este escenario, y tomando en cuenta las experiencia de lucha recientes, es imperativo seguir avanzando en la organización de los territorios y comunidades.

Fundación Rukawe.

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